
Tras la lluvia, el polvo se desvanece huyendo entre los ríos de lágrimas del cielo deshecho en agua.
Esas mismas lágrimas dejan pecas incoloras en mi ventana y un paisaje asfáltico pálido e inerte, sudoroso.
Lejanas las montañas perecen revivir, lucen sus verdes velos recién lustrados y el alegre trinar ensordece la sinfonía depresiva.
Me duele el cuerpo y la insania no se desvanece tal como ese cielo gris en hilos interminables que caen por doquier, acariciando la cegante niebla.
Aún así el sonido de la ausencia del bullicio trae alivio a los dolores, un elixir analgésico que derrumba pesares y una mano fémina, cálida parece acariciar invisible, mi hombro helado…
Christian E Castiblanco, 40′ tena poética 2020
Mucha fuerza compañero, espero que sigan brotando las flores tras la lluvia
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Gracias querido amigo, así será a pesar de los dolores mientras se viva hay esperanza del alivio…
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¡ Hermosa y sensible entrada ! Es como si la naturaleza, se mimetizara en tu cuerpo y tus sentidos. Un cordial saludo.
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Gracias por querido amigo, es ella ( la naturaleza) la que nos susurra versos y nosotros obedientes escribientes los plasmamos en la hoja.
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Qué bello, me encanta como escribes Christian, estás lleno de sensibilidad.
Un abrazo. 🌹
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Gracias por leer, la misión más importante de estos versos en que iluminen el momento de quién los lee…🌹🤝
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