Mira por un momento el firmamento anochecido, un indicio minúsculo de lo que es el Universo.
Escuchas sinfonías que te recuerdan tu fin…y a la vez la eternidad que va más allá de la existencia conocida, unos átomos que son eternos, no mueren se transforman en parte del Universo…
Energía infinita que vive por doquier en la sencillez de la materia que no muere… trasciende en infinitas líneas de luz que danzan entre las sombras.
Una no es sin la otra, destellos suspendidos en una aparente nada oscura y abismal…una tapia que encubre lo que no estamos preparados para ver.
Átomos eternos, que lo componen todo hasta a nosotros mismos y no nos pertenecen…corren cómo río después de nuestro efímero momento en este pedacito de tiempo…

Christian E. Castiblanco, Versos improvisados.