Voces que incomodan

Hoy la sección Retratos Cotidianos nos mostrará una selección de poesía y fotografía que solo pretende denunciar desde las letras e incentivar propuestas, generar cambios para beneficio colectivo y pintar la gris estela de la cotidianidad, con versos.

Bienvenid@s a Retratos Cotidianos

Líneas

Por: Johanna Campos


Tapadas con hierba y escombros yacen inertes.
Cobrizas sendas que cuentan historias de viajes, de viajeros y provisiones.
Caminos que guardan recuerdos corroidos de travesías campesinas.

De aventuras rurales.
Líneas perdidas en el tiempo, implorando diariamente a la maleza que no las desaparezca y que nos las condene al olvido.
Que no las haga invisibles a los ojos de los transeúntes que desconocen el oro sepultado bajo sus pies.
Líneas que se resisten a morir en el equívoco intento de modernización.

Línea ferroviaria, Barrio Santo Domingo, Facatativá. Foto: Johanna Campos.

Sybyn
(Origen Muisca).

Por: Clarita Sierra

«Duele ignorar la ancestralidad»


Aparta en tiempo agraciado la gran montaña
espaciada en dos montículos,
criaturas en inicio, se recrean sobre ella
haciéndola su princesa.
Allí sobre toda percepción del bien y mal
está recreándose el nacimiento,
ante naturaleza se concebirá, Muisca
origen en hombre bueno.
Aborígenes contempla tú recién creación: Hunza, Tisquesusa Zipa…
Se extienden los saberes a existencia,
desde Mayas, Aztecas cruzando los
Aimara, Quechuas, Caribes,
colmando la tierra de experiencia atávica.
Crucifijo pisa suelo virgen, fértil, fragante
dolor en parto braman las mujeres por este infinito.
Caen los valientes se restriegan el brío
en ahogo suplican perdón al sepultador.
Aborígenes contempla tú recién creación: Facatativá, Chiquinquirá, Soacha…
Mortales de rifle, biblia en mano, verdugos
excavadores del Dorado, verdades sepultadas
injurias de rey inquisidor, usurpadores inicuos
bagaje con trofeo de oro, sacado de vientre casto.

Hombres aborígenes contempla tú recién creación: Sugamuxi, Guatavita, Chía.

Recital Parque Arqueológico Piedras del Tunjo, Facatativá.

Introspección

Por: Evis Martínez

Muchas veces se tiene que mostrar y describir la belleza de un lugar, para ver si convencemos sobre la importancia de su cuidado y preservación, he aquí un poema que nos invita entre líneas a acoger un sentido de pertenencia por los lugares públicos de nuestras ciudades.

Christian E. Castiblanco

Soy quién se rinde con los ojos vueltos al cielo atardecido,
rodeada de las flores sempiternas, que nunca se marchitan,
mientras se escucha con el viento, el rumor adormecido
de hojas y ramas que con el arroyo se encuentran.
Murmullo de árboles que se mecen en el aire,
mientras danzan sus hojas de eterna primavera,
soy quién quisiera sumarse al maravilloso baile
de los retoños que nacen donde murió la higuera.
Si los pájaros posaran sus patas en mis palmas,
la dicha se tornara en un torrente de agua viva,
soy quién corre a contemplar, en la cima de las ramas,
el trinar del copetón, el graznido de las mirlas.
Soy quién sueña con que un día, sobre el césped,bajo un árbol, 
me consuman las raíces y me lleven a un lugar,
donde el cielo y la tierra se encuentren anudados,
donde el canto de las plantas y las aves sea mi hogar.

Panorámica Parque Las Tinguas, Facatativá. Foto: Evis Martínez

Camino andado

Por: Christian E. Castiblanco

Árboles  luminosos en el día,

verdes corpulentos de hojas lisas.

Que al sol joven del alba, brillan,

brillan como si las estrellas hubieran bajado a vestir sus ramajes.

Senderos de olor a pino y eucalipto,

a heces de vaca y altamisa…aromas indescifrables del monte.

Viento que trae en su arrullo rumores extraños,

estridentes y metálicos: sinfonías vacias humanas.

Algo brilla entre el musgo y el pasto decorados de trenzas de rocío,

coloridos retazos de la «civilización».

Desechos abandonados a la suerte del olvido:

Coca-Cola, Pepsi, Postobón, Poker, DeTodito y hasta Today…

se lee en aquellos retazos envejecidos, deshechos por la acción del sol y el agua.

A lo lejos el cielo se refleja en una ondulante manta,

de grisáceos suspiros de brillos melancólicos.

En ocasiones su atuendo en azul y ríe arcoiris,

a veces el sol parece caminar invisible dejando un rastro dorado y caluroso.

Mi perro sondea la hierba haciéndola tronar,

extasiado por la infinidad de olores que debe sentir.

Jadeante me mira cómo queriéndome interrogar,

quizás se pregunte de mi quietud y mi observar nostálgico, tal vez entre más inteligentes los animales más tristes se vuelven… pensará.

Un poco idiota, en vez de ser feliz…pero a pesar de mi razón absurda él aún me ama.

Desiste de preguntar y sigue corriendo por doquier, mientras lo miro de reojo y escribo.

Edición y recopilación: Christian E. Castiblanco.

🌹 Agradecimientos las poetas y escritoras participantes 🌹

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