En vez de amarnos unos a otros nos matamos,
de una u otra forma asesinamos al prójimo día tras día con la indiferencia.
Ausencia de empatía que desdibuja la propia humanidad,
la deja en el vacío del abismo de los egos y la codicia.
Nos desconectamos del verde hilo de la vida,
tejiendo el propio, inerte y efímero.
Habrá esperanza a tanta desdicha!!…
la pregunta cala los huesos y la respuesta parece levitar en lo ignorado.
Mientras tanto la historia se dibuja con contrastes, contradicciones y paradojas abismales,
se tiñe del sin sentido, la estupidez premiada y el tedio que deshace el tiempo en cosas inútiles.
Irónica contradicción es nuestra propia existencia,
un barco a la deriva en el mar irreal de las cosas humanas.

Christian E. Castiblanco, Muerte al silencio.
Gracias de nuevo. Feliz Navidad 🎄
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Igualmente, agradecido también por leer.
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«Cambalache» que se acerca a los cien años en que lo escribió Discepolin, es el vivo retrato de este mundo sin códigos. Un abrazo.
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Gracias querido Daniel por leer y hacer la comparación con ese centenario tango…»Vivimos revolca’os en un merengue
Y en un mismo lodo
Todos manosea’os»
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Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
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Ignoramos que vivimos en un mundo de reflejos.
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Total de acuerdo contigo, muchas gracias por leer🌹
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