Mujeres versos, el diario de Doris

Hoy nos acompaña en este maravilloso cierre Doris Mabel Peña Sepúlveda, poeta de Comuna de Curarrehue novena región de La Araucanía, Chile, que con las influencias de Garcilaso de la Vega, Federico García Lorca y Gustavo Adolfo Bécquer, nos comparte en sus escritos el romanticismo, la melancolía de un adiós sin apegos, un partir entretejido de recuerdos. Un anhelo de olvidó ante la tortura del recuerdo vivo y el amor aún latente. Una magia enigmática en un mirar cotidiano, sensaciones expuestas en un par de espejos que reflejan una felicidad dormida. Amores intensos que hieren y dejan cicatrices que aún duelen. Lágrimas que fecundan la tierra de la remembranza, analgésica porción al amor no olvidado que duele...

Bienvenid@s al diario de Doris

… Y partiré.

Me iré en silencio
sin palabras,
sin despedida.
Así…
como cae una hoja,
solo dejando un leve recuerdo,
tal vez alguna lágrima ,
que quedará atragantada
sin poder salir.
Prometo recordarte…
Prometo no olvidarte…

Cállame el silencio.

Cállame el silencio que aprisiona mi pecho.
Cállame el amor que brota por los poros de la piel,
quítame ese beso que se pierde en el olvido cada vez que tus ojos me esquivan la mirada.
Cállame las ansias locas de volverte a amar.
Cállame el deseo y la pasión que se llevó tu olvido.
Cállame el silencio de querer gritar que aún te amo.

La magia de tus ojos. ...

Y la vista se nubló... ... El corazón dejó de latir por un instante... ... Sentí un flechazo atravesar mi pecho, y desnuda me vi... ... Tu mirada... No hubo palabra alguna, sólo tus ojos fulgorosos, penetrando intensamente los míos. ...Un fuego que me quema... ... Me doblegué, ante aquellos ojos que me miraban, de un modo distinto... ... No hubo palabras... ... Sólo miradas... ... Ojos de fuego... ... Intensos... .. No hubo besos... ... Más con tu mirar, me hiciste el amor y me despojaste de la venda que tenía...

En la cárcel de tu amor

Prisionera en las redes de tu amor,
condenada a vivir un idilio que nace en la puntas de tus dedos, recorriendo mis deseos,
que me elevan al extasis del fulgor de la pasión dormida que revive en cada beso,
mi carcelero,
que de lejos ve que me consumo en las llamas del placer.
Prisionera del deseo que me producen tus besos,
que me torturan por tu ausencia.
Roto tengo el corazón,
mi alma despedasada en mil pedazos…
… He sangrado mi dolor en cada lágrima,
en cada suspiro,
en cada mirada al viento…
Prisionera en la cárcel de tu amor,
un amor despiadado que solo me causó dolor…
… Lágrimas de sangre que lloran mis ojos al pensar en el fuego de tu pasión…

Lágrimas al despertar del nuevo día,
donde la noche me cubrió de tu recuerdo,
y mi piel voló con las caricias del ayer…
… Un beso que busca tu boca,
con un deseo insasiable de ser tomado,
un cuerpo que anhela tus manos dibujando la curva peligrosa del placer…
… Y en la cama vacía…
… Sólo tu recuerdo ausente…

Doris Mabel Peña Sepúlveda, Chile

Edición y recopilación: Christian E. Castiblanco

3 comentarios en “Mujeres versos, el diario de Doris

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