Desde algún lugar de la mágica Colombia Marggie Ramírez nos transporta con sus letras a un mar de sensaciones enmarcadas en historias de ayeres inconclusos, páginas en blanco que no se olvidan. Sus letras vuelan desde lo putrefacto a lo sublime en una estela de realismo. Amores desapercibidos, diminutos en su timidez, tan valiosos como el jade ansioso de ser pulido. Un tedio ensordecedor que inmortaliza instantes cotidianos en una esfera de cristal sin límites. Bella parca por el anhelo insensato de amar.
Bienvenid@s al diario de Marggie
AQUELLA HISTORIA
Aquella historia no lleva tu nombre
no lleva mi nombre
pero trata de ti, de mí
de nosotros
aquella historia está en blanco
sin tildes
sin comas
sin puntos
aquella triste historia
sin inicio
sin nudo
sin desenlace
aquella historia
nuestra historia
la que nunca se escribió.

CARROÑA
Tejí un nido con mis palabras
guardé el corazón
y se lo di a las aves
lo han picoteado todo
duele pero no me mata
—ya estaba herido antes—
los buitres han sido amables
en recibir un corazón
que aún late.

UN TE AMO PEQUEÑITO
Camino entre los ojales de tus zapatos
no me ves y te sigo en cada paso
tus ojos cruzan miradas con gente
pero no memorizas ningún rostro.
Me escondo en un bolsillo de tu mochila
no guardas mucho más que un par de libros
me llevas en tu espalda y no lo notas
jamás te das cuenta que allí estoy.
Me hago pequeñita para verte de cerca
para decirte que te amo y no lo escuches
tengo miedo de asustarte si lo grito
tengo miedo de que huyas si lo sabes.

FRONTERAS
Si no existieran estas líneas que separan
te buscaría hoy al caer la tarde
hablaríamos de todo lo que nos pasó
y de eso que no pasó,
del café que derramé en la mesa
de la nube con forma graciosa que viste en la mañana
de las próximas vacaciones de mi abuela
o del matrimonio de tu compañero de oficina
y así se desvanecería la noche
entre palabras fugaces y sonrisas tontas
hasta escuchar el reloj marcar las seis en punto
y regresar a casa sin ti
sin ti
una vez más sin ti.

RUTINA AL CIELO
Miré al cielo un par de veces,
no vi tu rostro
escuché el tren acercarse
no te esperé
fumé un cigarro en el balcón,
no fui a buscarte
separé tu foto de mi billetera,
no hay más espacio
salí a caminar un poco,
no seguí tus pasos
llamé a emergencias,
no respondiste
así que morí,
morí
solo para estar contigo.

Marggie Ramírez
Colombiana nacida en los maravillosos años noventa, tenía ocho cuando encontró por accidente en el estante viejo de su casa un libro de poemas de un tal Neruda, no sabía quién era él pero desde entonces la poesía tomó su mano para jamás soltarla.
Escribe porque escribir sana, porque permite transformar lo efímero en eterno, escribir es acariciar el alma, es el medio para quedarse a vivir en la memoria, para invadir el corazón y protegerlo con una red hecha de palabras.
Escribe porque lo necesita para reunir sus pedazos.
Edición y recopilación: Christian E. Castiblanco
Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Precioso diario!
Mil gracias ♥
Larga vida a la poesía.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por confiarnos esas perlas💗📖
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reblogueó esto en Flores de Alelíy comentado:
Un poco de mí.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una de las mil constelaciones que te componen…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Grande tu poesía, Marggie. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Querido Edgardo gracias por tu visita desde México lindo y querido🇲🇽
Me gustaLe gusta a 1 persona