La ciudad despierta

Despierta la ciudad…
entre murmullos metálicos, voces inentendibles
y el correr de aquellos a los que el tiempo no parece alcanzarles.
Aún el trinar de los emplumados cantores
se logra colar en esta insípida sinfonía,
que junto al sigiloso suspiro del rosar del viento con los árboles, forman un agonizante canto.
Voz sonora que es percibida quizás por uno entre mil,
la tonada del alba que se resiste a perecer,
al igual que éste cielo de jóvenes pinceladas luminosas,
que decoran el agreste e inerte monumento de asfalto…
Avivando su pálida y fría estampa.

Christian E Castiblanco, Facatativá en Versos