
Los buenos vientos mandados por mí, lleguen a ti cómo el susurro de los grillos y el canto de la naturaleza.
Mis oídos se alegran al sentir la sinfonía de tu aliento en este aire aromático que trae el brillo de tus ojos en su regazo, alegrando el firmamento de mi pensamiento…
Confío, calentar tus corazón y tú ser en la distancia, aunque como dicen por ahí, “mientras veamos la misma la luna, no existe dolor o amargura en la lejanía”
Quizás la lejanía tan solo sea la alforja dónde aguarda la consumación de estos sentires distantes, los cuales avivan los sentidos y deshacen el tedio…un juego en el pensamiento que va preparando el camino del encuentro.
Dúo poético, María Camila Martinez y Christian E Castiblanco
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