Seguimos andando por esta selva multicolor de asfalto, una gran dama de contrastes e ironías, belleza y fealdad…ruido y silencios sacramentales. Belleza urbana, cosmos humano que deja sus rastros plasmados en sus inertes muros

Retrato de una injusticia, su silencio clama respuestas por la desaparición de una voz extinta hace décadas. Una ausencia de recuerdos que avivan el fuego de la lucha que continúa…

Las garras siniestras del poder, arranca vidas creyéndose Dios. Huele a parca su remembranza y a tierra insepulta que guarda despojos inocentes que dieron dádivas a sus verdugos.

La caricatura de los que gobiernan, triste paralelo de su sucia ansía, hambrientos de poder, un apetito voraz que no se sacia. Títeres de los que están en las sombras, en la cúspide omnipresente sostenida por las mayorías indiferentes o desentendidas

Retratos ancestrales de una raza marginada, la bella resistencia aún latente en la sangre de los descendientes que hoy luchan.

La movilización se manifiesta en la multitud de almas, galaxias furiosas engendrando sismos siderales, voces que retumban haciendo temblar el orden siniestro…

Las tropas ignoradas de mayorías silenciosas, dejaron de callar y su melodía lastimera rompe el silencio impuesto, pulveriza el miedo que se vuelve arenga

El sin miedo hace implosión y deja un aroma a parca que contrasta con la mínima esperanza de los desposeídos…

*Fotografías, murales Universidad Pedagógica de Colombia, Bogotá
* Poemas, Christopher Cástibar