VIII. Florecer

Al abrazo del sol se abren mis pétalos, así empieza el florecer de mi alma al canto del nuevo día. Cuál arcoiris de intensos colores, aviva el ansía de dar lo mejor de sí.
Renacer, florecer como el imponente aguila que estrena sus alas. Contemplar el horizonte más allá de lo aparente, mirarlo todo con la certeza de siempre llegar a la morada.
Deleitarse del encuentro consigo mismo, descubrir que eso que tanto buscabas siempre estuvo ahí, como infante desprotegido que aguardaba con certeza tu amparo. Esa alma gemela no estaba afuera sino en el reflejo diario del espejo.
Grato reconocerse, el tesoro anhelado siempre estuvo dándote gritos para que lo encontraras, ese llamado me hizo florecer para brindar generosamente el manto de mis pétalos, dándole color a los grises que me rodean…ser feliz sin nada y a la vez con todo.

Idea original: Nancy Arévalo, Colombia.
Edición y fotografía: Christian E Castiblanco, Letrologias.