Frivolidades que se comen el tiempo, vanas insatisfacciones que deshacen alegrías. ¿Que respuesta tendrá este gran vacío que aburre a los hombres?
La infelicidad es consecuente a la perdida de la fe en lo invisible pero que es cierto, esa sabiduría suprema de la cual proviene todo y que ignoramos, se olvidó el amor hacia las cosas.
La sencillez de la vida aviva esa inmensa felicidad que está por doquier dormida a los ojos que se pierden en el tedio, ese apego enfermo a las cosas que le quita veracidad al hecho que se está de paso y nada es para siempre.
La eternidad se halla más allá del propio entendimiento, existe, lejos de esto que se ha inventado para saciar efímeras codicias y ocultar verdades incómodas.
Nunca se está solo en realidad, las situaciones, personas y lugares están ahí por consecuencia de manera inesperada, tras la espera y la atención a los detalles llega la respuesta a la inquietud que siempre acecha.

Christian E Castiblanco, Notas pa’pensar