Diario epistolar I

Querida ilusión dormida Pequeña eras con esos maravillosos ojos vivaces, eras capullo inmaculado que crecía. Sin darse cuenta tu piel trigueña se torno vivaz y aromática cual rosa o tulipán floreciente, tus labios rojos adornaban esa juventud manifiesta en el alma de tu sonora sonrisa. Tanta palabra adornada para decirte lo bella que estas  , … Continúa leyendo Diario epistolar I