Tuve que escapar de aquel monstruo
dejar atrás todo aquello que era mi vida.
Allí estaban mis sueños e ilusiones
allí donde construí entre flores y esperanzas un hogar, una familia que sonreía cada amanecer al escuchar el canto de ala aves en sus nidos
y el corretear de los animales que nerviosos intentaban salir de aquella prisión donde tenían que pasar
la noche;
para que las fieras no atentaran con sus vidas, solo buscaban saciar el hambre, hambre normal de todo
ser viviente que alimenta su cuerpo para tomar fuerzas.
Pero también tuve que conocer esa otra hambre, hambre de poder, vi como aquellos seres sin alma
descargaban su odio y su ira contra los más débiles sin importarles la vida y los sentimientos de seres inocentes. Que tuvieron que abandonar su tierra dejar toda una vida enterrada en medio de sangre y muerte.
Lejos de mi pasado intento rehacer nuevos sueños con las migajas de esperanzas que aún tengo
en mis entrañas y que será suficiente para empezar de nuevo, veré florecer otro jardín donde su color y perfume no termine porque es más fuerte
que cualquier engendro que quiera aparecer para dañarme.
Más allá de miedo existe un futuro que me está esperando
para que vuelva a sonreír.

Me encanta!
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Gracias Victoria por leer…
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Super bonito. Me hizo recordar cuando emigré de mi país.
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Maravilloso saber eso, los mejores sentimientos afloran a veces de los momentos más caóticos. Gracias por visitarnos.
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