Crónica del desamor V

V. Sanando heridas

Aún trato de sanar mis heridas florecidas, como sabueso maltrecho las lamo al amparo de las sombras de mi callejón ciego, junto al basurero de mis desdichas, con el hedor de la muerte vistiendo mi abandono miro por doquier buscando la cura a éste mal siniestro.

Con el corazón sangrando los anhelos llegan tímidos como luciérnagas a disipar mis sombras, como quien empieza a caminar por primera vez, doy el primer paso para salir de aquel abismo y sin saber el rumbo comienzo mi travesía por la incertidumbre de los días.

Siguiendo el impulso de una voluntad inentendible, se aviva la esperanza tras los interrogantes. Con las fisuras del alma sanando, paso tras paso voy alimentado el espíritu con la inmensidad de las cosas sencillas. Los anhelos rotos y los ayeres de tristeza los entierro en mis adentros buscando moldear nuevos sueños.

La derrota desde hoy no es una opción y aunque maltrecha mi alma todavía, la lucha se enciende con el arrivo natural de los días, cada puesta de sol es una oportunidad para sanar.

Idea original: Nancy Arévalo, Colombia

Edición: Christian E Castiblanco, Letrologias

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