El mañana será moldeado por los sucesos del impredecible presente, el ayer y el hoy, un dúo que pare y mata eras.
Un minúsculo giro aquí, en el ahora, hará mover tarde que temprano la gran ruleta del destino.
Aguarda silenciosas las consecuencias, fraguandose en el deshielo del tic tac que avanza inmisericorde, el desdén de las masas costará demasiado…
Aún a pesar del siniestro pronóstico, la esperanza titila como estrella lejana. Una luz entre la inmensa oscuridad que yace prisionera en el corazón de los endurecidos hombres.
La mounstrosidad de la codicia se enfrenta al anhelo de la vida, el reconocimiento de los esfuerzos y la libertad de ser en un sistema de categorías.
La guerra del mañana ciertamente se puede prevenir hoy, sin pensar tanto en ello, las acciones pensadas en todos, dando pasos en el día a día sin la ansiedad de los afanes insensatos darán los frutos necesarios.
Christian E Castilblanco, Serie y Versos
Letrologías Ediciones Digitales 