Ricardo Villalobos «el poeta de los sueños rotos«, desde Colombia, busca en sus humildes líneas hacer sentir infinidad de sensaciones al lector valiéndose de palabras cotidianas y profundas que expresan melancólias, recuerdos y anécdotas de amor. Reflejan cicatrices que han fortalecido su andar sentimental. Una soledad que hiere y perturba que vocifera una cruel realidad. Vaivén de alegrías y desilusiones que hacen palpable la propia existencia.
Bienvenid@s a la bitácora de Ricardo
Entre el espejo tu amor y yo
Siempre quise poderte complacer y todo en la vida perdí.
Me he olvidado del ayer, también del antier.
Me creí marinero y hoy me dejas navegar en el mar de tu olvido, sin rumbo fijo.
Me miro al espejo y me siento confundido.
Todo ha cambiado, ahora no soy el que va siempre a tu lado.
Aclararé un poco este tema.
eres un demonio en tu interior y tú belleza angelical, llevas por fuera.
Ya no me es común reír, te di tanto amor y la verdad, siento morir.
Suelo mirarme en el espejo y siempre me acompaña tu reflejo, me desespero.
Quiero dejarte en mi escrito una corta reflexión.
Ya que te amo sinceramente y sin importar el sufrimiento, siento aún latirme el corazón.
Cuando un sentimiento es sincero, no importa que difícil sea la situación.
» Recuerda «
Que es mejor amar, en lugar de causar dolor.
Con las alas rotas.
Lloro de manera desenfrenada, agitada está mí alma, con un vacío infinito.
Aquel jardín de rosas rojas ha quedado marchito.
sus espinas rasgan mi corazón y me hacen infeliz.
Con un nudo en la garganta, con una furia inmensa, con ganas de tirar todo por la borda me encuentro.
Que idiota fui en este absurdo intento, quise darte amor sabiendo que nada fui.
Ahora todos se ríen de mí.
Que descaro, porque regresas, que pretendes, que te pueda volver a amar. olvidastes que en el pasado casi me logras matar.
Porque eres tan inconsiente vete ya, no me interesa volver a verte, sí me es posible te regalo yo el tiquete.
Sólo intenté darte amor en cambio me pagaste con dolor.
Realidad
Y desperté de un largo coma y todo aquello que creía fuese mío, ya no estaba.
Mí amor de infancia.
Mis padres.
Mis amigos.
No había nada, estaba completamente solo.
Aprendí que en el momento mas difícil , todos se alejan.
Hubiera preferido morir, para no tener que aceptar esta realidad.
Somos momentos cortos, en una incierta eternidad.
Mi bonito amor
Dueña de mi corazón,
es tú nombre el cuál susurra mi alma
cuando estoy en silencio.
Eres tú mi luz y la voz de aliento.
Eres mi más bonita historia.
Como no estar sumamente agradecido con Dios,
si te consideraba imposible.
Hoy que te he echo mi esposa,
no está de más hacerte cartas.
Pues considero necesario alagarte cada día
y avivar en tú corazón ese amor que irradia más que el sol.
Aun recuerdo cuándo te juré aquella tarde de invierno.
cuando solía contar para ti cada gota caída sobre aquella rosa.
Cuando intentamos alcanzar las estrellas.
Era tan feliz de sólo poder tenerte cerca
La promesa de hacerte la mujer más feliz del mundo,
he logrado cumplirla.
Eso hace de mi ese príncipe azul,
el cuál sólo pudieses encontrar en tus sueños.
Entré tú amor o tú olvido
Nuestro amor se enfría cada día, me temo lo peor.
Por más que intentó nada cambia, que ha pasado a tanto amor.
Ya no suele recibir mis flores, será posible que no tengas tiempo para leer mis cartas.
Bueno, lo supongo ya que no me llegan las suyas.
Estar siempre lejos de casa le considero difícil.
Mientras intentas ser feliz en otros brazos.
Sólo estoy y me debato entré la vida y la muerte.
Postrado en esté hospital, dónde sólo puedo ver
a través de las ventanas
Es algo que no deseó para nadie.
Bueno, de que me quejó si he sido yo quien ha tenido la culpa.
Me alejé cuando más me amabas y ahora estoy inundado en el dolor.
Ricardo Villalobos, César – Colombia
Edición y recopilación: Christian E. Castiblanco, Colombia
Letrologías Ediciones Digitales 